T’estimo Barcelona!

¿Qué decirte Barcelona? cada vez que te visito me siento tan vivo! Esta última oportunidad fue algo muy especial para mí, ya que tuve el honor de dirigir a la Banda Municipal como director invitado, el domingo 16 de febrero de 2020 al mediodía. Hicimos un programa hermoso, muy emotivo y al mismo tiempo bastante difícil.

A Glorious Day de Roussel, en la versión moderna de Mark Fonder, nos sirvió de obertura de concierto. La obra escrita para la Franko Goldman Band en 1933 es una gema de la literatura para vientos, por su contrapunto elaborado y su textura sofisticada, como no podía ser de otra manera, viniendo de la pluma de Albert Roussel.

Per la flor del lliri blau es otra de la obras que no lo dejan a uno indiferente. Si bien su dificultad es considerable debido a que Rodrigo mismo nos ha legado la transcripción, muy fiel a la versión orquestal, conservando las tonalidades de origen, idiomáticas para la cuerda pero que provocan algunos problemas serios en la afinación y equilibrio de los vientos. La ocasión, de todas maneras, con una banda como ésta, era ideal para volver a dirigir esta obra que para mí tiene un significado especial. Fue parte del programa de mi examen final, cuando concluí mi formación en el ISEB (Istituto Superiore Europeo Bandístico) allá por 2004 con el maestro Cober, quien fue el que me la enseñó. El potencial dramático y la calidad de la dramaturgia de Rodrigo son innegables.

Con el maestro Cober durante el WMC de Kerkrade en 2017
Con el maestro Cober durante el WMC de Kerkrade de 2017

Senzalas, Maracatus e Quilombos del compositor brasileño Hudson Nogueira no es, a pesar del título descriptivo, una obra programática, sino más bien evoca la atmósfera de los diferentes confinamientos de esclavos en el Brasil colonial. La música tiene base folklórica y demanda de la banda no sólo una destreza rítmica avanzada, sino también una importante e indispensable comprensión del estilo.

La Obertura Cubana de Gershwin no necesita presentación. La versión para vientos de Mark Rogers está muy bien lograda. La obra es perfectamente idiomática para esta formación y el resultado es convincente. A pesar de ello, Gershwin no estaba en mi programa inicial. Las contingencias de un organismo profesional con serie de conciertos de abono, impone a veces que el programa vaya orientado no sólo al público que escuchará el concierto, sino también a la hora en que éste tendrá lugar. Un concierto de matinée (domingo al mediodía) necesita una música ligera que pueda predisponernos para una jornada libre completamente apacible.

El programa concluía con un clásico de la música española, las increíbles Danzas Fantásticas de Joaquín Turina. Conversando con Alex Fernandez del archivo de la Banda Municipal meses antes de mi venida, me comenta que ellos disponen de una versión propia, hecha especialmente para la banda por el maestro Luis Oliva en 1925! pero que funciona muy bien… Recibo la partitura y veo que muchos de los instrumentos de la plantilla ya no están presentes actualmente. Decido entonces mantener la versión de John Boyd, que si bien está muy bien lograda, se basa en un concepto sonoro más brillante y transparente de Wind Ensemble, y se aleja de la sonoridad voluptuosa y carnal de Turina, además de tomar ciertas decisiones de orquestación no del todo justificables. Primer ensayo, y ya los músicos me dicen: maestro! tenemos aquí una versión que funcionará mejor, ya que la banda la “tiene en dedos”, ¿si quiere la ponemos mañana sobre el atril? Accedo no sin inquietud, porque mi partitura manuscrita no era legible y eso complicaría el trabajo de ensayo. De regreso al hotel, me pasé la tarde estudiando para el día siguiente. Comienzo el ensayo y llegan los primeros problemas de notas y de quién toca qué, etc. La afinación y el equilibrio eras mucho más difíciles, pero Turina estaba de regreso! Debo decirles que con semejantes musicazos la vida es más fácil y la obra fue espectacular en el concierto. Lo que más admiré a lo largo de la semana fue la inteligencia musical del grupo y la calidad humana. Un verdadero placer.

Mi amigo José Rafael Pascual-Vilaplana y directo titular del grupo, es en gran parte el artífice de mi venida, y le estoy eternamente agradecido por su consideración y confianza. También pasamos bonitos momentos con los cracks de Barcelona Clarinet Players, una delicia de personas y sobre todo artistas de primer orden.

Por las tardes me perdía por las calles de Barcelona, sin rumbo fijo, respirando a bocanadas ese aire increíble que sólo en esta ciudad se puede experimentar. Alguna cenita en el Born y conciertos en el Auditori. Mi familia estuvo acompañándome en el concierto al final de la semana. No puedo pedir más. Un regalo de la vida

Aquí puedes conocer a Barcelona Clarinet Players

https://www.bcnclarinetplayers.com

Published by Miguel Etchegoncelay

conductor, teacher, composer

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